Estamos ante un central modélico que pese a su juventud y la competencia que existe en el Real Madrid se está haciendo el “jefe” de la retaguardia del equipo. Con apenas dieciocho años ya fue objetivo de grandes clubes europeos como Manchester Unite, Milan o París Saint Germain. Estamos ante un gran líder que poco a poco va dejando huella de su prometedor futuro.
Raphaël Varane pasó de ser un joven adolescente que vivía con sus padres mientras cursaba sus estudios en Lens a ser objeto de deseo de clubes europeos de primer nivel después de disputar tan sólo 23 partidos en Ligue 1 en la temporada de su debut. Al final el más listo de la clase fue el Real Madrid tras lograr que el espigado central estampase su firma por el conjunto blanco.
El cambio vivido por el jugador hubiera desestabilizado a cualquier joven promesa pero Raphaël desde el primer día ha destacado por su calma. Es una persona difícil de ver fuera de su rutina según comentan, pero dentro del rectángulo de juego empieza a dejar su sello de sobriedad en balones aéreos y muy buen trato del balón jugándola con los pies. Además se ha hecho un hueco en el complicado Real Madrid de José Mourinho. Todo ello ha sido después de demostrarle al técnico portugués que siempre que ha contado con él nunca le ha defraudado, siempre ha rayado a un nivel espectacular.
Nacido en el norte de Francia, concretamente en la ciudad de Lille en el año 1993. Cuando sólo contaba con siete años ingresó en las categorías inferiores del As Helemmes. Dos temporadas más tarde ya despertó el interés de Lens y Lille, los dos clubes importantes de la zona. Finalmente se decantó por el Lens y pudo formarse en las instalaciones del prolífico Centro de fútbol de Liévin. Durante toda su trayectoria el galo ha demostrado ser un tipo muy estable y tener la cabeza muy bien amueblada.
Raphaël siempre jugó una categoría por encima de la que le pertocaba por edad, por eso cuando tan sólo tenía dieciséis años ya se encontraba en el equipo sub´19 y un año más tarde, Jean-Guy Wallemme, el entrenador del primer equipo, ya lo citó con su plantilla y a partir de ahí fue un fijo en sus convocatorias. Su debut fue contra el Montpellier y su rendimiento fue impecable. Desde ese momento ya fue un intocable en las alineaciones. En su primera campaña al máximo nivel y con dos goles en su cuenta despertó el interés de clubes europeos de máximo nivel. Pero lejos de perder la cabeza ante tal situación favorable a sus intereses, él siempre respondía al respecto: “ Ahora mismo prefiero pensar en mi educación “. Es decir, que lejos de dejarse llevar por la euforia ante estas grandes notícias deportivas él continuaba priorizando acabar sus estudios dignamente. Todo un ejemplo de madurez pese a su juventud.
Una vez aprobado su Baccalauréat , así se llama el selectivo francés, lo fichó el club madridista por 10 millones de euros. Él pidió consejos a todo un mito como Zinedine Zidane antes de estampar su compromiso con los merengues. Tras su firma todo ha sido ejemplo de constancia, trabajo y sobre todo discreción. Ha capeado situaciones difíciles como cuando el técnico portugués lo utilizó para castigar aRamos y le dio entrada en el once para suplir al sevillano. Pese a ser momentos complicados, Varane lo solventó con gran naturalidad y demostró la entereza de todo un veterano.
Este mes de enero ha sido el de su consagración como líder de la defensa del Real Madrid ya que Pepe cayó lesionado y Ramos tuvo que cumplir cinco partidos de sanción. Lejos de pesarle la responsabilidad, se puede decir que lo ha bordado dejando grandes actuaciones personales en muchos partidos y siendo clave en machadas tan importantes como el doble enfrentamiento contra el F.C. Barcelona en la copa del Rey.
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