Alineación Málaga: Willy; Jesús Gámez, Sergio Sánchez, Angeleri, Antunes; S. Darder (Eliseu, mín 86) , Tissone; Duda (El Hamdaoui, mín 45) , Morales (Pawlowski,mín 45) , Portillo y Santa Cruz.
Alineación Osasuna: Andrés Fernández; Damiá, Loties, Arribas, Marc Bertrán; Lolo (Puñal, mín 75) , Silva, Sisi (Joan Oriol, mín 82) , De las Cuevas (Oier, mín 69) , Armenteros y Oriol Riera.

Impulsado por un impresionante primer tiempo, Osasuna ha sorprendido al Málaga en La Rosaleda (0-1). Un gol de Oriol Riera vale la primera victoria lejos de El Sadar para los de Javi Gracia, que no salen de zona de descenso pero comienzan a mirar al futuro con más optimismo, sensación que se rebaja en el bando costasoleño.
Los rojillos disfrutaron más en los primeros 45 minutos que en el cómputo de las siete jornadas anteriores. Convertidos en un equipo radicalmente distinto al visto hasta ahora, defendieron como bloque y con eficacia y atacaron con tino y velocidad, encontrando las bandas para llegar hasta los dominios de Willy Caballero. De no ser por el argentino, los de Schuster habrían tirado el encuentro antes del descanso.
Encajaron uno, pero pudieron y probablemente debieron ser más, si el merecimiento computase algo en fútbol. Lo anotó Oriol Riera a centro de Sisi desde la banda izquierda, aprovechando el rechazo después de que Caballero atajase su primer disparo. Con el Málaga desbordado, incapaz de frenar las rápidas transiciones navarras, Marc Bertrán puso los corazones de La Rosaleda en un puño cuando acarició el segundo en un mano a mano con el arquero albiazul. Sólo él, Willy, estuvo a la altura.
La bronca de Schuster en el descanso tuvo que ser de las que hacen época, porque la transformación de su equipo fue total en la segunda mitad. Con el ingreso de Pawlowski y El Hamdaoui, ganó en velocidad, dinamismo y peligro en sus llegadas. Acumuló méritos para empatar, pero igual que en el primer periodo, en fútbol no hay premio para nada de lo que se hace antes del remate definitivo.
La recompensa de los tres puntos tenía un valor incalculable para Osasuna, que según se fue acercando el silbatazo final fue concentrando más y más sus esfuerzos en defenderla. Por lo legal, acumulando gente atrás; y lo menos legal, con faltas y pérdidas de tiempo, en cualquier caso comprensibles dadas sus urgencias. Pudo haber penalti por mano en el área de Oier en el descuento, pero el triunfo volará a Pamplona para regalar un parón liguero tranquilo a los rojillos. El Málaga lo pasará reflexionando sobre sus aspiraciones, clavado en la zona tibia de la tabla.
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