El Madrid no sufre para pasar de ronda

Crónica del Real Madrid- Espanyol.

El partido comenzó con total dominio del Real Madrid. Toque, toque y más toque hicieron del club de Cocha Espina un equipo de juego bonito en el que Illarra y Xabi ponian la música y Jesé y Cristiano la percusión. Los desplazamientos en largo tanto de Illarra y Xabi dieron fruto y un pase de este último supuso el primer gol con una gran definición de Jesé en el minuto siete. Cristiano, quien en la primera parte no estuvo muy afortunado de cara a gol, tuvo dos grandes ocasiones que Kiko Casilla (quién sabe si algún día será él el que los evite en la portería madridista). Después de esto, el club catalán tuviera en los pies de Pizzi sus oportunidades más claras.
La segunda parte fue una copia de la primera. Dominó el Real Madrid. Cristiano lo intento todo pero hoy no era su día, incluso terminó cojeando del pie izquierdo. Morata salió al campo por un Isco desaparecido. El Madrid se gustaba pero su nivel bajo un escalón con respecto a la primera parte. Coentrao volvió y como de constumbre tuvo que dejar el campo por “lesión”.
En conclusión, quitando la anécdota de los dos Fernández sobre el campo y la rivalidad Kiko Casillas-Cristiano, poco más.
Las notas del Madrid:
Casillas (7): No tuvo grandes problemas. Lo poco que tuvo lo hizo bien y además superó el récord de Buyo.

Ramos (7): Estuvo atento y participativo con la salida del balón. Bien en general

Nacho (8): Todo un veterano en la defensa apesar de su juventud. Siempre que juega destaca.

Pepe (6): Salió con el trabajo ya hecho y su aportación fue la justa y necesaria.

Arbeloa (6): Tuvo algunos despistes, pero su aportación en el ataque va aumentando. Lo intento desde un disparo lejano.

Coentrao (6): Participativo y cumplidor, Coentrao lo hizo bien aunque volvio a salir por “lesión”.

Illarra (9): Junto con Xabi, lo mejor del partido. Dio equilibrio y toque al equipo. Mucho futuro.

Xabi (8): Veterania y clase. Todo al servicio del Madrid. Buen partido del tolosarra.

Di Maria (7): Cumplió y se dejó el alma en el campo. El Bernabeu se lo agradeció.