Diego Costa se sincera en la BBC.

Ayer lunes, Diego Costa acudió a su primera convocatoria con la selección canarinha, pese al esguince de tobillo que sufrió en el partido contra Osasuna este fin de semana con el Atlético de Madrid.

La BBC aprovechó su primera convocatoria para hacerle una amplia entrevista y para darle a conocer en su país, tal y como el jugador reconoció: “La mayoría de los aficionados Brasileños no me conocen”.

El jugador revelación de esta temporada en la Liga BBVA hace un repaso a su carrera hasta llegar a la convocatoria con la Selección para jugar los amistosos contra Italia y Rusia

“Decidí que sería futbolista cuando mi padre me bautizó, me llamó Diego por Maradona. Mi escuela de toda la vida ha sido el campo y el balón. Me gustaría que me hubieran enseñado a cuidar un poco más mi imagen y a respetar al entrenador y a mis compañeros, si hubiera tenido esa educación me habría ahorrado muchos problemas y el haber echo tanta estupideces”.

Sobre todas las polémicas admite que le gustaría que se hablase más sobre su juego que sobre sus problemas: “No soy un jugador violento, si soy provocador. La gente cree que por mi temperamento, pueden provocar mi expulsión, pero he aprendido a cambiar las tornas y ahora las tarjetas se las sacan a mis rivales, no a mi”.

Admite que ha metido la pata en numerosas ocasiones y que su actitud y comportamientote ha creado muchos problemas: “He hecho muchas tonterías, pero me ya me he dado cuenta, de que no era culpa de los árbitros, ni de los rivales, sino culpa mía. Antes era más temperamental, ahora estoy más relajado. He aprendido a base de golpes, pero me he dado cuanta de que o cambiaba o estaría marcado para siempre por ser conflictivo y un jugador con mala cabeza” dijo.

“Las defensas me odian porque no facilito la vida a nadie, ellos se quejan pero me dan palizas todo el rato, después de lo de Pepe y Ramos me volví el centro de atención, pero en un aspecto negativo y sé que ahora muchos árbitros me miran más a mi que al resto”.

Diego costa sólo quiere disfrutar del momento:  “Estoy muy feliz, pero tengo los pies en el suelo y sé que debo hacer las cosas bien porque esta llamada podría ser la primera y la última”