El
fútbol de Castilla y León está ante un inminente peligro de desaparición.
Todo
después del auto del pasado viernes del Juzgado de Primera Instancia de
Salamanca que obligaba a la Federación de Castilla y León a inscribir al CD CF
Salmantino en las diferentes categorías en las que militaban los conjuntos de
cantera de la extinta Unión Deportiva Salamanca en un plazo no superior a las
48 horas. Y todo tras el aviso dado desde la Federación Española de Fútbol
(RFEF) sobre el caso.
La RFEF ha sido clara. Lo fue ayer en un
escrito. Si la Federación de Castilla y León cumple con el auto, abrirá un
expediente para la desafiliación de esta de la Federación Española. Y las
consecuencias serían aún más claras y graves: todos los clubes de la Comunidad,
tanto de categoría profesional como no profesional, dejarían de competir. Es
decir, el Real Valladolid no podría seguir jugando en Primera. Ni el Numancia,
la Ponferradina o el Mirandés, en Segunda. Y así en el resto de categorías.
Parecía que después de un verano convulso por
el peligro de desaparición del Real Valladolid y de otros muchos conjuntos, la
calma llegó pero ahora de nueva una tempestad se está cebando con el fútbol
castellano-leonés.
JULIO DE LAS HERAS
@julioheras90
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