El Barcelona se desperezó con el gol en contra y Messi, con una de sus genialidades empató el encuentro. La posesión era culé y las ocasiones también.
El Barcelona salió más enchufado en la segunda parte y el Milán aguantó pasa salir al contragolpe. La ocasión más clara seguramente fue de Robinho. El Barcelona asedió hasta el final al Milán sin premio alguno.
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