El excelente delantero brasileño del Atlético de Madrid está completando una grandísima temporada con el club colchonero y la verdad, es que se ha convertido en el mejor aliado de Falcao. Pero su fuerte carácter le está matando, eso también es tan cierto como su contrastada calidad.
Es un futbolista que tiene calidad para jugar en equipos con retos mayores, con el permiso del Atlético y sin ánimo de faltar el respeto hacia los rojiblancos, que están realizando una temporada genial. El problema que tiene el delantero brasileño es que no sabe controlar su fuerte carácter dentro del rectángulo de juego.
El tener un carácter fuerte no es para nada negativo, pero a mí entender lo que le condena son las formas en las que actúa.No son maneras acorde con un jugador profesional que vive de su oficio y como el resto, debe respetar los fallos arbritales, aún siendo a veces injustos según lo acontecido.
La tolerancia de un jugador dice mucho de su imagen en este mundo dónde hay tantas cámaras y tantas personas pendientes de la evolución de un partido y del rendimiento de una serie de profesionales. Por mucha razón que pueda tener en algunos casos, debería controlarse más y evitar escenas tan horribles como ha ido protagonizando esta misma campaña. Escupir a un contrario, enfrentarse a los aficionados rivales o simular una agresión empaña muchísimo toda la calidad que sus botas atesoran.
Por el bien suyo y el del fútbol, esperemos que nuestro protagonista se de cuenta de que esta imagen le está creando más enemigos que no simpatizantes. Dicen que el rectificar es de sabios, y él es un gran conocedor del fútbol y en consecuencia, tendría que intentar centrarse más en aquello que le proporciona popularidad : su buen juego y los goles que marca para su equipo.
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